Fácil se va...

Dicen que lo que fácil viene, fácil se va, y creo que es cierto, que si querés algo duradero también va a ser duradera la espera y el esfuerzo, largo y difícil, pero que si realmente querés eso no te va a importar luchar, en la espera se puede encontrar desesperación por momentos también, pero lo que te mantiene fuerte es recordar por qué estás luchando y saber qué es lo que querés. No me quejo para nada de mi esfuerzo porque si quiero puedo dejar de hacerlo y darme por vencida y dejar que la vida me pase por encima o darle la bienvenida a todo lo fácil y que no vale la pena. No me quejo del sentimiento de incertidumbre de no saber si todo esto va a dar un resultado porque lo único más ciego que el amor, es la esperanza, y es lo último que se pierde. No me quejo de las noches pensando, de no tener nada más en la cabeza, de los constantes bajoneos, de que todo me recuerde a lo mismo una y otra vez, no me quejo de nada de eso.
De lo que me quejo y me molesta es de que parecés no notar todo lo que hago, sé que al final todo esto va a dar resultado porque lo sé, lo siento, pero me gustaría recibir una respuesta, un te quiero, un gracias, un admito que hice mal las cosas, algo, una señal, una palabra loquesea.
 No creo que jamás de los nuncas leas esto y si lo leés probablemente sea como si nunca hubiese pasado, pero descargarme de otra manera más allá de deprimirme y ese mambo, no me viene mal. No voy a ser realmente feliz hasta sentir algún resultado positivo, pero puedo intentar ponerle un poco más de onda a todo esto, y es lo que voy a hacer. Gran parte de mi vida pende de un hilo que tiene tu nombre, al menos voy a hacer que la otra parte sobrante sea lo suficientemente buena como para llevar lo demás. O moriré en el intento, o me volveré una loca depresiva consumidora de helado y de películas deprimentes ah porqué-