martes, 26 de marzo de 2013

Porque me hacés sentir que tengo un lugar. Porque todo el tiempo pienso en vos. Porque hago cosas para vos que nunca pensé que haría por alguien más. Porque siempre trato de encontrar algo lindo para decirte, hacerte, regalarte, algo para verte sonreír. Porque nunca me había sentido así. Porque hasta el hecho de que no me quieras como yo a vos hace que te quiera más. Porque sos una de las personas más interesantes, inteligentes, buenas y humildes que conocí. Porque nunca me hubiese imaginado esto. Porque escucho música linda (esa que te regalé) y me acuerdo de vos y sonrío como tarada. Porque tus abrazos hacen que cierre los ojos y que quiera estar siempre ahí, así. Porque en vos encontré la mayor y mejor belleza que alguien puede tener, la que ante muchos pasa desapercibida pero brilla ante los que saben verla.

Y todavía hay gente que pregunta por qué me gustás. ¡No entienden nada!

lunes, 25 de febrero de 2013

quiero llenar todo de notas tristes
y música triste
y palabras tristes
y frases tristes
quiero plasmarme
quiero que entiendan lo insignificante que todo me hace sentir
todo me supera y me pisotea y solo puedo ponerme así
y en vez de salir de abajo del zapato me hago un bollo bajo él
apaguen las luces
Cambié, cambié todo lo malo de mi, lo que yo creía malo y lo que otros dijeron ver, mejoré, me curé, deje algunas cosas y empecé otras. Cuidé mis palabras, mis acciones, lo sigo haciendo. Hago introspección, me critico a veces muy duramente. Me destruyo para mejorarme, para ser mejor, para ser alguien que merezca más amor. Me duele y lo sigo haciendo
Y hoy no me alcanza con mirarme en el espejo y saber que voy entendiendo lo que soy y que no está tan mal. No me alcanza la autosuficiencia, me quedo corta. Para qué cambie si nadie sabe verlo? Los que estaban antes siguen estando y los que no no se acercaron. Con quién comparto lo que soy?
¿Para quién cambié si no te importa? 
me siento tan vacía, tan triste.
siento que no puedo querer a nadie, que no tengo amor para dar y que no quiero que nadie me de amor tampoco. quiero estar sola conmigo, si alguien me quiere siento que tengo que corresponderle para no lastimarlo y me convenzo de que quiero a la otra persona...pero cuando esa persona se va ya no siento nada más y estoy de nuevo vacía, como siempre.
prefiero no decir nada antes que decir esto porque tendría que afrontarlo, pero mi desinterés por todo y todos es tan grande que no entiendo cómo no se dan cuenta que no me interesan, que no los quiero, que no me importan. sólo me importa mi mejor amigo y los demás son totalmente prescindibles.
me deprimo estando sola pero me encanta. no quiero a nadie más cerca, no quiero que nadie respire mi aire, que nadie me hable ni me toce ni me abrace ni me bese. solamente yo y libros y películas y música y nadie en el medio.
no sé qué me pasa
todo es azul
no sé en qué pienso
no quiero pensar, me duele la cabeza
no quiero moverme, quiero hacerme un bollito en alguna esquina de una pieza donde nadie toque la puerta y no salir más
dejenme sola

lunes, 7 de enero de 2013

Nunca fuimos muy fanáticos de seguir los pasos. Fuimos dando saltos chiquitos y saltos grandes, al principio con entusiasmo porque saltábamos las partes que ya no creíamos necesarias -todo ese protocolo y presentación- pensando ingenuamente que íbamos más allá de lo que tuviésemos que hacer, de lo que la coherencia indicaba. Y efectivamente fuimos siempre más allá de eso; dos incoherentes. Hoy en día, y desde hace tiempo, seguimos saltando pero ya no más con alegría. Nos tropezamos, nos llevamos puestas las piedras, y duele. Y todo lo hacemos para ignorar las cosas que hay que resolver, que hablar. Pensando que ignorarlas es una forma de resolverlas.
Y así seguimos por mucho camino, y así fue creciendo mi amor por vos. Ese amor que en realidad nunca sentí, creo. Pero te llena igual.

viernes, 23 de noviembre de 2012

La señorita insufrible

En realidad iba a darle con un palo a una sola persona, pero capaz que termine generalizando y dándole a todos los que me caen mal.

La señorita insufrible ama quejarse. A la señorita le encanta hacer cosas que sabe que no puede asumir después y que le traen problemas a los demás, pero no le interese. La señorita ama exagerar, hacerse la sufrida, pedir por favor, después agredir, después dar lástima como marginada de la sociedad, y después criticar y marginar a todo el mundo. Se victimiza ante todos pero es la primera en querer hundir el barco ajeno. Inventa hechos, situaciones, conversaciones, y hasta enfermedades que nunca existieron con tal de generar lástima y regodearse en esa lástima creyendo que porque la lloran un poquito ya la quieren, siendo que en realidad no se la banca nadie. La señorita se cree muy superior e inteligente pero muy probablemente no sabe separar en sílabas, y muy probablemente le lleve cuatro o cinco años más aprenderlo. La señorita se engancha en cualquier movida que la puede hacer parecer "rara" o "particular", le dice a todo el mundo de eso para que lo sepan, se enorgullece de autoproclamarse "rara" (siendo que es otra goma más) y después pone el grito en el cielo si le dicen rara. La señorita necesita, repito, NECESITA, desvalorizar las habilidades de los demás para sentir que las suyas (inexistentes por cierto) incrementan. Es ese tipo de persona que necesita ver que hay una miseria más baja que la suya para tener la falsa esperanza de que no es tan grave su situación, el típico "podría ser peor".
Lo que cierra todo este tema, la señorita grita para hablar. No soporto a la gente que grita para hablar.
Y el que se siente tocado que se vaya a la puta que la parió, porque mientras escribía pensé en cien personas diferentes.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Me levanté despacio, con el sol quemándome los ojos, con la sábana pegada al cuerpo y las uñas incrustadas en el cuello. Otra noche de malos sueños, otra mañana que no promete demasiado.
Me levanto de mala gana, desayuno de mal trago, evito mirarme al espejo y sigo para adelante, con la rutina. Con lo de siempre.
Pero hoy no debería ser lo de siempre.
Repentinamente un cortocircuito se me cruza, una rebeldía innata, una decisión guardada hasta de mí misma; ya no más.
Ya no más soportar quejas, empujones, apuradas, llamados constantes. Ya no más cumplir caprichos, pretensiones, órdenes. Ya no más adaptarme a lo que esperan de mí, a lo que esperás de mi, a los objetivos que debería alcanzar. Ya no más de nada. Ya no más.
Hoy importo yo. Hoy vivo yo. Hoy decido yo, hoy llevo yo, hoy traigo yo, y todo, todo eso, para mí. De mí para mí. Ni siquiera voy a pretender que vengan a obedecerme aquellos a quienes tanto tiempo les mantuve los zapatos lustrados y la silla mullida. Hoy soy autosuficiente, soy egocéntrica, soy feliz.
Mientras esta idea iluminaba mi mente, me dí cuenta que sólo algo estaba fallando. Un pequeño detalle capaz de detonar todo el sistema, todo lo que hasta recién parecía perfecto.


Yo no sé vivir si no es a través de vos.